Galería
Holbox, Yucatán, México
Las Arenas del Recuerdo es el pequenio y amontonado cementerio de Holbox construido hace treinta años, luego de que su predecesor, el mítico cementerio Maya, fuera desaparecido por el tiempo. “Ya no cabe un alma aquí” dicen los locales, y es que a pesar de que la población de la pequeña isla va en aumento, el cementerio es el mismo de sus inicios. La superstición del pueblo es que si alguien decide ampliarlo, será el primero en inaugurarlo. No hay entierros en él, sino que las tumbas se construyen sobre la superficie, signadas por el encierro de una isla que poco a poco se hunde, Holbox, “el paraíso que muere lentamente”. (Fotografía por Agostina Peretti)
La Plata, Buenos Aires, Argentina
El Cementerio Masón. Fue abierto al público en febrero de 1887, construido en 1884 y diseñado por el ingeniero Pedro Benoit como una réplica exacta de la ciudad diagonal de La Plata e imitaciones de muchos edificios públicos. El cementerio se encuentra al sur de una larga avenida que cruza la ciudad desde el río y los bosques. Al norte, la vida. Al sur, la muerte. Tiene un estilo europeo, neo romántico y neogótico que nos cautiva la mirada, y está repleto de simbología masónica y compañeros masones enterrados en una ciudad perfectamente diseñada por estos personajes. (Fotografía por Agostina Peretti)
Mérida, Yucatán, México
Cementerio General: Más allá de la Muerte. Instituido en 1821, más que un camposanto, es parte de la ciudad, atravesado al medio por la misma. Declarado Patrimonio Cultural en 2013, se destaca por ser uno de los más antiguos del país y por su diversidad de estilos arquitectónicos que crean una amalgama única de belleza. Con tumbas de estilo neogótico, neoegipcio, neomaya, neoclásico y art deco nos deslumbran historias yucatecas. El paso del tiempo y tránsito diario de autos en sus piedras por más de cien años se nota, pero no perdió ni un poco de hermosura. Atravesado por la ciudad, más allá de la vida. Más allá de la Muerte. ( Fotografía por Agostina Peretti)
Palenque, Chiapas, México
Palenque fue fundado por fray Pedro Lorenzo, a cierta distancia de las ruinas del mismo nombre en 1567. El padre dominico integró el pueblo con muchas familias choles dispersas en la Selva Lacandona. Se sabe que los nativos llamaban a Palenque, Otulún palabra de origen chol que significa "Sitio cercado o fortificado". El atractivo que tiene la segunda ciudad más grande de Chiapas son las ruinas, patrimonio de la humanidad desde 1987 por la Unesco. (Fotografía por Agostina Peretti)
San Cristobal de las Casas, Chiapas, México
El pintoresco Panteón de San Cristóbal de las Casas se inauguró en 1898 tras clausurarse el anterior cementerio de la ciudad, ubicado en el barrio San Diego. Con más de 30 mil tumbas y 7 hectáreas repletas de coloridos osarios y monumentos de estilo neoclásico, el lugar es visitado, según sus cuidadores, por más de mil personas por día, incluso llegando a cuatro mil los fines de semana. Para la celebración de Dia de los Muertos el cementerio se convierte en una celebración, cerca de 40 mil personas (poblanos/as y turistas) mantienen vivo el recuerdo de sus antepasados.
(Fotografía por Agostina Peretti)
San Vicente, Córdoba, Argentina
Fue creado en 1888 a raíz de la epidemia de cólera y es el más grande de la provincia. En su interior hay un memorial a los/as desaparecidos/as de la dictadura inaugurado en 2006, dado que en ese lugar se encontraron fosas comunes que datan de 1976. Hasta hoy pudieron recuperar 15 cuerpos de las y los compañeros. Posee un cementerio interno israelí musulmán que data de 1936. Durante el Covid se amplificaron las fosas comunes de forma impactante. Entre dibujos de Talleres, el Gauchito Gil y la Mona recorremos lo profanado, las ventanas rotas, las tumbas abiertas.
(Fotografía Agostina Peretti)
Santander, Cantabria, España
El cementerio de Ciriego tiene 132 años de historia. Se abrió el 1 de mayo de 1883 y en él están inhumadas 158.000 personas. Hay 30.000 nichos y 2.000 panteones y mausoleos colectivos. Recientemente, el Ayuntamiento de Santander ha anunciado las obras para construir 800 nichos, que se dispondrán sobre dos naves de cuatro alturas y con huecos en las dos caras. Del total de 67 manzanas de que consta el cementerio, 19 están reservadas para sepelios en tierra, por espacio de diez años. La superficie del camposanto es de 180.000 metros cuadrados. (Fotografía por Gabriel Camino)